Cuentos de Eva Luna, Isabel Allende
Para este club de lectura leeremos varios relatos de Cuentos de Eva Luna, de Isabel Allende. ¿Preparados/as para entrar en el peculiar mundo de esta escritora?
Dos palabras.
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TenÃa el nombre de Belisa Crepusculario, pero no por fe de bautismo o acierto de su
madre, sino porque ella misma lo buscó hasta encontrarlo y se vistió con él. Su oficio
era vender palabras. RecorrÃa el paÃs, desde las regiones más altas y frÃas hasta las
costas calientes, instalándose en las ferias y en los mercados, donde montaba cuatro
palos con un toldo de lienzo, bajo el cual se protegÃa del sol y de la lluvia para atender a su clientela.
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No necesitaba pregonar su mercaderÃa, porque de tanto caminar por
aquà y por allá, todos la conocÃan. HabÃa quienes la aguardaban de un año para otro, y
cuando aparecÃa por la aldea con su atado bajo el brazo hacÃan cola frente a su
tenderete. VendÃa a precios justos. Por cinco centavos entregaba versos de memoria, por siete mejoraba la calidad de los sueños, por nueve escribÃa cartas de enamorados, por doce inventaba insultos para enemigos irreconciliables. También vendÃa cuentos,pero no eran cuentos de fantasÃa, sino largas historias verdaderas que recitaba de corrido, sin saltarse nada. Asà llevaba las nuevas de un pueblo a otro.
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La gente le pagaba por agregar una o dos lÃneas: nació un niño, murió fulano, se casaron nuestros hijos, se quemaron las cosechas. En cada lugar se juntaba una pequeña multitud a su alrededor para oÃrla cuando comenzaba a hablar y asà se enteraban de las vidas de otros, de los parientes lejanos, de los pormenores de la Guerra Civil. A quien le comprara cincuenta centavos, ella le regalaba una palabra secreta para espantar la melancolÃa. No era la misma para todos, por supuesto, porque eso habrÃa sido un engaño colectivo. Cada uno recibÃa la suya con la certeza de que nadie más la empleaba para ese fin en el universo y más allá.
Cuestiones para comentar en el foro
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Como habrás podido comprobar, Belisa Crepusculario tenÃa un oficio muy particular. La materia que utilizaba en él eran las palabras. Con esas palabras que ella vendÃa la gente que las compraba obtenÃa diversos beneficios o realizaba diversas tareas. Piensa en cuáles. En la actualidad hay gente que trabaja con las palabras, por ejemplo, los/las periodistas utilizan las palabras para informar. FÃjate en el texto en negrita. ¿Qué funciones cumplÃa Belisa con las palabras en cada caso? ¿Qué profesional realiza la misma función en la actualidad? ¿Crees que dominar el lenguaje en la actualidad implica alguna forma de poder?